Matrimonio tóxico con hijos

Un matrimonio tóxico con hijos puede ser un foco de conflictos para todos los miembros de la familia.

Las relaciones familiares tóxicas son el caldo de cultivo de comportamientos disfuncionales en todos los miembros de la familia tanto hacia dentro, como hacia fuera.

Cuando los cónyuges se tratan mal y tienen un matrimonio basado en valores o comportamientos inadecuados, suelen expandir los efectos a todos los miembros de la familia de manera que no sólo afecta a su relación, sino que en en un matrimonio tóxico con hijos los mayores afectados son los niños

Ser hijo en un hogar tóxico en un verdadero trauma. Es un drama sentir que como niños formamos parte de una familia que no se trata bien, que pierde las formas y que no se quiere en base a relaciones estables de cariño, amor y respeto, sino todo lo contrario.

En ocasiones los matrimonios tóxicos sí que se quieren, pues muchos de ellos en ocasiones tienen fases de idealización en la que parece que son una pareja perfecta, pero no compensa con otros comportamientos tóxicos.

Matrimonio tóxico

En este contexto es inevitable pensar si se quiere mantener el matrimonio a sabiendas de que consideramos de que cuanto menos en parte es tóxico, o deseamos cambiar de vida y que con la ruptura pasemos a una separación o divorcio. Por eso, antes de divorciarse lee esto y piensa en qué quieres para tu vida y la de tu hijo y si es saludable la vida que tienes y cuál quieres.

En ocasiones tenemos parte de la culpa de que el matrimonio sea tóxico. Si eso fuera así, aunque sea una pequeña parte, pero entendemos que es así, también tenemos y contamos con una parte de la solución.

Si tenemos un matrimonio tóxico con hijos y lo dejamos y nos divorciamos pero por el motivo que sea, pasamos a comenzar otro matrimonio tóxico, tal vez el divorcio no sea la solución, sino que la mejor alternativa sería recibir apoyo profesional por parte de psicólogos y terapeutas de pareja que ojalá puedan salvar el matrimonio.

Un matrimonio tóxico se construye, pero la parte tóxica también se puede destruir para construir en su lugar relaciones saludables. Un matrimonio tóxico no se construye de un día para otro. Un matrimonio saludable que lo reemplace menos. Es un esfuerzo del día a día de pequeños y grandes pasos que remplacen la falta de respeto y consideración por educación, empatía y compromiso generoso.

Divorcieitor

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