Cuando no soportas a tu marido ni tampoco a su familia existirá un problema estructural que habrá que tratar de corregir.
Realmente la persona que lo pasa mal en primer término eres tú, de manera que debes de valorar si se pueden superar las diferencias o si son tan fuertes que la relación no tiene futuro.
La gran duda de muchas mujeres que quieren separarse de su marido es si me separo no tengo dónde ir, pues bien, siempre habrá un lugar, una solución y una alternativa mejor a una mala convivencia familiar.

No te precipites, antes de divorciarse lee esto y analiza con calma tu situación familiar. La familia y el matrimonio debería de ser un lugar en el refugiarnos de las cosas malas del día a día y compartir las buenas. Si te ocurre todo lo contario y resulta que cuando pasas por la puerta de tu casa es cuando empieza el malestar, la solución, de ser un hecho consolidad, es la separación sana y a tiempo.
Cuando sea viable y se puedan solucionar los problemas, merecerá la pena, pero cuando no sea así, debemos de ser realistas y no engañarnos a nosotros mismos.
Con nuestro marido formamos un matrimonio y familia independiente de la familia de origen. Si la relación es mala tanto con el marido como con su familia, nuestra familia política, al final tenemos un gran problema pues en ocasiones se posicionan en posturas enfrentadas en la que cada cosa grande y pequeña puede ser un punto de enfrentamiento e inflexión.
Una familia y matrimonio no puede desarrollarse en un contexto de tensión y malestar.
Si como mujer te sientes excluida por tu marido y familia política, debes de buscar el origen y las posibles soluciones, partiendo de la base de que no se puede pretender cambiar a nadie, pues en muchos casos se entra en guerras en las que unos quieren cambiar el comportamiento de otros, destinando gran energía a ello y acabando con un gran desgaste que nos podríamos ahorrar con inteligencia emocional y comunicación clara, directa y no distorsionada.
¿No soportas a tú marido y a su familia?
¿Qué prefieres mantener esa situación o la separación?
Una separación nunca es algo inicialmente deseado, pues lo deseable sería que un matrimonio siguiera junto. Pero cuando es necesario no estamos ante una opción, sino ante la única posibilidad saludable si se gestiona a tiempo y de manera amistosa. Cuando no soportas a tu marido y familia política debes de tratar de mejorar la relación y conseguir superar los problemas, pero de no ser posible, no hay que tener miedo al divorcio, sino en todo caso a un mal divorcio contencioso o una mala convivencia.
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