Cuando decir basta en un matrimonio

La decisión de cuándo decir «basta» en un matrimonio y cuándo buscar el divorcio es personal y compleja. No hay una respuesta única, ya que cada relación es única y las circunstancias pueden variar significativamente.

Sin embargo, aquí hay algunas señales que podrían indicar la necesidad de considerar seriamente el final de un matrimonio:

  1. Falta de comunicación: Si la comunicación se ha vuelto casi inexistente o está llena de conflictos constantes, puede ser un indicativo de problemas más profundos.
  2. Falta de respeto: La falta de respeto constante entre los cónyuges puede ser dañina para la relación. El respeto mutuo es fundamental para un matrimonio saludable.
  3. Infidelidad persistente: La infidelidad puede ser devastadora para un matrimonio. Si la confianza se ve gravemente comprometida y no hay signos de reconciliación, puede ser difícil continuar juntos.
  4. Problemas de salud mental o adicciones no tratadas: Las condiciones de salud mental no tratadas o las adicciones pueden poner una gran presión en la relación. Si no se están abordando adecuadamente, puede ser necesario considerar el divorcio.
  5. Abuso emocional o físico: El abuso en cualquier forma es inaceptable en una relación. Si estás experimentando abuso emocional o físico, es crucial buscar ayuda y considerar seriamente tu seguridad y bienestar.
  6. Falta de compromiso para solucionar problemas: Si ambos cónyuges no están dispuestos a trabajar juntos para resolver los problemas y mejorar la relación, puede ser un signo de que el matrimonio no tiene un futuro positivo.
  7. Desaliento constante o falta de apoyo: La falta de apoyo emocional y el constante desaliento pueden afectar negativamente la autoestima y la felicidad de los cónyuges.

Es importante recordar que cada situación es única, y las parejas a menudo buscan terapia de pareja antes de tomar decisiones drásticas como el divorcio.

¿Un separado sigue casado?

No. Un separado no está ni casado ni divorciado está separado.

Las peculiaridades de la separación es que termina con la convivencia matrimonial con la separación de cuerpos, no obstante lo cual, el vínculo matrimonial no está disuelto.

¿Qué quiere decir esto en la práctica?

Un separado no mantiene un régimen económico matrimonial. La separación disuelve el régimen económico matrimonial, no es posible estar separado y tener separación de bienes o gananciales. No, el régimen económico matrimonial se disuelve con la separación. Todo ello sin perjuicio de los bienes o derechos y cargas que puedan ser comunes. A partir de la separación los bienes de cada cónyuge serán de ese cónyuge sin poder distinguir entre régimen económico matrimonial.

La separación matrimonial y la separación de hecho son cosas distintas. Una cosa es tramitar un proceso de separación ya sea en el notario o en el Juzgado, y otra es no tramitar ningún proceso y simplemente pasar a hacer vidas por separado.

Separado o divorciado

Estoy separado pero no divorciado

Si está separado, pero no está divorciado, el vínculo matrimonial existe y por tanto mientras que no se disuelva no podrá contraer un nuevo matrimonio.

¿Por qué? Muy sencillo, pues una persona no puede mantener dos matrimonios a la vez y el separado sigue manteniendo su vínculo matrimonial.

El matrimonio se disuelve por nulidad matrimonial (infrecuente), el divorcio o la muerte de alguno de los esposos.

Separado o divorciado.

No es lo mismo estar separado que divorciado.

En ambas situaciones existen ciertos efectos jurídicos como son:

La cesación de la obligación de convivencia, apoyo mutuo y un sin fin de derechos que en la práctica han pasado a ser más teóricos que prácticos.

La disolución del régimen económico matrimonial.

La regulación de ciertas cuestiones como son:

  • Medidas paternofiliales respecto de los hijos.
  • Establecimiento, o no, de pensión compensatoria.
  • Atribución, o no, de derecho de uso y disfrute del domicilio familiar.

Por poner un ejemplo recurrente que nos ayude a entenderlo mejor:

Me quiero separar y mi marido no quiere irse de casa, o en sentido contrario, mi mujer no quiere irse de casa. Esta frase se repite en los despachos de abogados de familia. Hemos de entender, que hasta que no exista una resolución que así lo resuelva, ninguno de los esposos podrá echar al otro de la casa, con independencia de quien sea la casa.

Con la separación o divorcio dichas cuestiones se resolverán con el convenio regulador o sentencia.

¿Un separado sigue casado en España?

No, un separado no está casado, está separado legalmente y tiene tres opciones:

Mantener la separación hasta la muerte de alguno de los cónyuges.

Reconciliarse, caso en el que volverá a dar plenos efectos a su matrimonio.

Divorciarse y por tanto disolver definitivamente el matrimonio.

¿Un separado sigue casado? No, pero una persona separada tampoco está divorciado, está en el escalón intermedio entre el matrimonio y el divorcio, teniendo las opciones expuestas más arriba.

No soporto a mi marido ni a su familia

Cuando no soportas a tu marido ni tampoco a su familia existirá un problema estructural que habrá que tratar de corregir.

Realmente la persona que lo pasa mal en primer término eres tú, de manera que debes de valorar si se pueden superar las diferencias o si son tan fuertes que la relación no tiene futuro.

La gran duda de muchas mujeres que quieren separarse de su marido es si me separo no tengo dónde ir, pues bien, siempre habrá un lugar, una solución y una alternativa mejor a una mala convivencia familiar.

No soporto a mi marido ni a su familia

No te precipites, antes de divorciarse lee esto y analiza con calma tu situación familiar. La familia y el matrimonio debería de ser un lugar en el refugiarnos de las cosas malas del día a día y compartir las buenas. Si te ocurre todo lo contario y resulta que cuando pasas por la puerta de tu casa es cuando empieza el malestar, la solución, de ser un hecho consolidad, es la separación sana y a tiempo.

Cuando sea viable y se puedan solucionar los problemas, merecerá la pena, pero cuando no sea así, debemos de ser realistas y no engañarnos a nosotros mismos.

Con nuestro marido formamos un matrimonio y familia independiente de la familia de origen. Si la relación es mala tanto con el marido como con su familia, nuestra familia política, al final tenemos un gran problema pues en ocasiones se posicionan en posturas enfrentadas en la que cada cosa grande y pequeña puede ser un punto de enfrentamiento e inflexión.

Una familia y matrimonio no puede desarrollarse en un contexto de tensión y malestar.

Si como mujer te sientes excluida por tu marido y familia política, debes de buscar el origen y las posibles soluciones, partiendo de la base de que no se puede pretender cambiar a nadie, pues en muchos casos se entra en guerras en las que unos quieren cambiar el comportamiento de otros, destinando gran energía a ello y acabando con un gran desgaste que nos podríamos ahorrar con inteligencia emocional y comunicación clara, directa y no distorsionada.

¿No soportas a tú marido y a su familia?

¿Qué prefieres mantener esa situación o la separación?

Una separación nunca es algo inicialmente deseado, pues lo deseable sería que un matrimonio siguiera junto. Pero cuando es necesario no estamos ante una opción, sino ante la única posibilidad saludable si se gestiona a tiempo y de manera amistosa. Cuando no soportas a tu marido y familia política debes de tratar de mejorar la relación y conseguir superar los problemas, pero de no ser posible, no hay que tener miedo al divorcio, sino en todo caso a un mal divorcio contencioso o una mala convivencia.

Abogados de Divorcieitor.

Matrimonio tóxico con hijos

Un matrimonio tóxico con hijos puede ser un foco de conflictos para todos los miembros de la familia.

Las relaciones familiares tóxicas son el caldo de cultivo de comportamientos disfuncionales en todos los miembros de la familia tanto hacia dentro, como hacia fuera.

Cuando los cónyuges se tratan mal y tienen un matrimonio basado en valores o comportamientos inadecuados, suelen expandir los efectos a todos los miembros de la familia de manera que no sólo afecta a su relación, sino que en en un matrimonio tóxico con hijos los mayores afectados son los niños

Ser hijo en un hogar tóxico en un verdadero trauma. Es un drama sentir que como niños formamos parte de una familia que no se trata bien, que pierde las formas y que no se quiere en base a relaciones estables de cariño, amor y respeto, sino todo lo contrario.

En ocasiones los matrimonios tóxicos sí que se quieren, pues muchos de ellos en ocasiones tienen fases de idealización en la que parece que son una pareja perfecta, pero no compensa con otros comportamientos tóxicos.

Matrimonio tóxico

En este contexto es inevitable pensar si se quiere mantener el matrimonio a sabiendas de que consideramos de que cuanto menos en parte es tóxico, o deseamos cambiar de vida y que con la ruptura pasemos a una separación o divorcio. Por eso, antes de divorciarse lee esto y piensa en qué quieres para tu vida y la de tu hijo y si es saludable la vida que tienes y cuál quieres.

En ocasiones tenemos parte de la culpa de que el matrimonio sea tóxico. Si eso fuera así, aunque sea una pequeña parte, pero entendemos que es así, también tenemos y contamos con una parte de la solución.

Si tenemos un matrimonio tóxico con hijos y lo dejamos y nos divorciamos pero por el motivo que sea, pasamos a comenzar otro matrimonio tóxico, tal vez el divorcio no sea la solución, sino que la mejor alternativa sería recibir apoyo profesional por parte de psicólogos y terapeutas de pareja que ojalá puedan salvar el matrimonio.

Un matrimonio tóxico se construye, pero la parte tóxica también se puede destruir para construir en su lugar relaciones saludables. Un matrimonio tóxico no se construye de un día para otro. Un matrimonio saludable que lo reemplace menos. Es un esfuerzo del día a día de pequeños y grandes pasos que remplacen la falta de respeto y consideración por educación, empatía y compromiso generoso.

Divorcieitor

Porque cada vez aguanto menos a mi marido o mujer

Las dificultades para aguantar la convivencia matrimonial puede ser un síntoma o aviso de grave deterioro de la relación.

Puede tratarse de un indicio de que el matrimonio tiene problemas estructurales y puede acabar en separación o divorcio.

El hecho de que una matrimonio acabe en separación o divorcio no es un drama, en cambio, lo que sí que puede ser un drama, es mantener un matrimonio o divorcio contencioso. Es por ello que tanto los matrimonios que están juntos, como los que están separados,

No soporto a mi pareja ni a su familia

Un gran número de problemas matrimoniales se derivan de terceras personas y no, en origen, de la relación directa entre cónyuges. Por ejemplo, si la frase repetida es, no quiero vivir con los hijos de mi pareja, ya sabremos cuál es el problema. Si decimos, tenemos problemas de dinero y no puede vivir así, habrá que analizar la situación económica.

Solemos saber cuál es el problema, pero lo importante es no engañarnos y enfrentarnos a la realidad y dejarnos ayudar con terapia psicológica si es posible, asesorarnos de nuestros derechos y obligaciones para tomar las decisiones acertadas.

No soporto a mi marido o mujer
Problemas de convivencia familiar

No quiero vivir con mi marido o mujer

Si no quiere convivir con su marido o mujer no tiene la obligación de hacerlo.

Con independencia de cuál sea su estado civil, tiene plena libertad para fijar su domicilio. No existe el abandono de hogar. Es indiferente el abandono de hogar sin esta casados, estando casados o con hijos o sin ellos. Son cuestiones diferentes.

Cada persona es libre de fijar su domicilio y de hecho ante una mala convivencia lo más prudente es cesar en los conflictos con separación de cuerpos, para evitar enfrentamientos. Otra cuestión es que tengan ambos progenitores que cumplir con las publicaciones con sus hijos y atenderlos en cualquier caso, y de que existan obligaciones y cargas familiares a las que habrá que hacer frente.

Puede contar para el asesoramiento con Divorcieitor. No es cuestión de tomar una decisión en caliente, pues se puede equivocar, sino una decisión con la certeza de saber que hacer aquello que realmente, quiere, previo conocer cada detalle de los que confluyen en su pareja, matrimonio y familia.

Firmar capitulaciones matrimoniales ante Notario

¿Cómo cambiar el régimen económico matrimonial?

¿Cómo cambiar el régimen económico matrimonial?

Para cambiar el régimen económico matrimonial se debe otorgar escritura pública de capitulaciones matrimoniales ante notario.

Firmar capitulaciones matrimoniales ante Notario
¿Cómo cambiar el régimen económico matrimonial?

Las capitulaciones matrimoniales pueden otorgarse en cualquier momento del matrimonio e incluso antes de celebrar del matrimonio. Se podrán realizar tantos cambios de régimen económico matrimonial como los esposos quieran debiendo de delimitar el tiempo en el que se inicia y termina cada uno de ellos para determinar qué bienes y deudas forman parte de cada periodo y régimen económico matrimonial.

Para el caso de que se otorguen las capitulaciones matrimoniales, para que sean efectivas y aplicables deberá de contraerse matrimonio en el plazo de un año desde que se han otorgado las capitulaciones.

Modificar régimen económico matrimonial

Antes de modificar el régimen económico matrimonial debe de entender en qué consiste cada régimen. Los principales son el de bienes gananciales y el de separación de bienes, aunque existen otros minoritarios como el de participación.

En lo que respecta al régimen de bienes gananciales es importante diferenciar entre disolución y liquidación de gananciales.

Muchos clientes quieren cambiar su régimen económico matrimonial sin llegar a entender realmente en qué consiste el que tienen actualmente y quieren terminar, ni el que quieren iniciar.

Por ello, el asesoramiento es muy importante pues únicamente cunado una persona sabe qué derechos, obligaciones y responsabilidad se desprende de un determinado régimen económico matrimonial y cómo afecta a sus bienes y cargas, se podrá tomar una decisión reamente libre y consciente.

Como cambiar a separación de bienes

Para cambiar el régimen matrimonial y pasar a separación de bienes habrá que otorgar capitulaciones matrimoniales. Una cuestión que es conveniente conocer, es que un matrimonio que se ha separado (no divorciado) y se reconcilia formalmente, pasa a ostentar separación de bienes con independencia de cuál era el su régimen económico matrimonial antes de la separación.

Desde el punto de vista de nuestros abogados, el régimen de separación de bienes es el que mejor se adapta a las familias en la actualidad al haber superado la desigualdad precedente en al que la mujer no había accedido en condiciones de igualdad al mercado laboral.

Además, el régimen de separación de bienes es el que mejor se entiende y es más sencillo gestionar, pues cada uno de los esposos tendrá los derechos y obligaciones patrimoniales que adquieran o contraigan ya sea a título individual o en un maternidad proporción junto a otras personas, sea su cónyuge o cualquier otra persona.

Mi marido o mujer quiere hacer separación de bienes

Si su marido o su mujer quiere hacer separación de bienes, deberán de estudiar si se trata de una decisión consensuada, deseada y correcta. Un matrimonio debe de tomar conjuntamente la decisión de mantener un determinado régimen económico matrimonial o en su caso modificarlo, no puede pretender imponerse por parte de un cónyuge a otro.

Además, antes de tomar una decisión, para evitar errores y precipitación, lo mejor es asesorarse y tener un amplio conocimiento de las peculiaridades de cada régimen y entender como afectan a sus relaciones patrimoniales pasadas, presentes y futuras.

¿Cómo se hace separación de bienes una vez casados?

Para otorgar separación de bienes una vez casados, al igual que las capitulaciones prematrimoniales, no es necesaria la intervención de abogado, eso sí, siempre será recomendable.

Una vez tomada una decisión, deberán de solicitar cita en Notaria. La documentación necesaria será la de los carnets de identidad de ambos, en su caso las capitulaciones matrimoniales previamente otorgadas y el libro de familia. Además, será muy conveniente un certificado literal de matrimonio actualizado.

¿Cómo cambiar de separación de bienes a gananciales?

El trámite es muy sencillo, siendo el mismo el de pasar de bienes gananciales a separación de bienes que el de pasar de separación de bienes a gananciales. Pueden existir sucesivos periodos sujetos a a un determinado régimen económico. Lo razonable es que no existan constantes cambios, pero potencialmente, se pueden realizar tantos como estimen conveniente los cónyuges.
A pesar de ello, constantes cambios de régimen matrimonial puede suponer dificultad y complejidad para entender el régimen económico al que están sometidos los deferentes bienes y cargas.
Por poner un ejemplo sencillo en términos generales:
Si una personal soltera o casada en régimen de separación de bienes adquiere un inmueble concertando un crédito hipotecario el inmueble y la hipoteca le serán propios.
Si esa persona posteriormente se casa en gananciales o cambia su régimen económico para pasar a ostentar gananciales, desde que están vigentes los gananciales, entre otras cuestiones, la hipoteca será abonada por la sociedad de gananciales y en su caso los frutos (si por ejemplo estuviera el piso alquilado) le corresponderían a la sociedad de gananciales, que es de ambos cónyuges.
Por ello, en ocasiones situaciones percibidas como simples, jurídicamente tienen consecuencias complejas.

Capitulaciones matrimoniales separación de bienes
Plazo y precio de capitulaciones matrimoniales

Precio y plazo cambio de régimen matrimonial

El precio de una escritura de capitulaciones matrimoniales suele costar unos 75 euros y el plazo es tan rápido como los cónyuges tarden en recopilar la documentación y la Notaria tenga disponibilidad para la firma.

¿Cuánto cuesta cambiar régimen matrimonial?

A pesar de que las Notarias apliquen los mismos criterios arancelarios existen múltiples cuestiones variables que harán que el precio sea mayor o menor. Dependerá del número de folios y del número de copias simples y autorizadas que sean ermititas. Lo normal es que el precio sea de unos 75 euros, pero perfectamente pueden ser 50 euros o también 100 euros.
El precio no debe de ser algo que le preocupe o condicione, usted debe de cambiar de régimen económicos matrimonial si es procedente y lo más importante es tomar una decisión verdaderamente consciente.
Por ello, le recomendamos que antes de tomar una decisión consulte con nuestros abogados o con cualquier abogado que sea de su confianza, en España tenemos la inmensa suerte de contar con excelentes profesionales y lo importante no es el letrado, sino que usted entienda correctamente sus derechos y obligaciones, pues una decisión errona puede suponer grandes perdidas patrimoniales para la familia.
No tomar una decisión y no cambiar el régimen matrimonial, implícitamente también es una decisión, por tanto, debe de analizarse de manera individualizada sus circunstancias e intereses familiares, sin que sea aplicable un mejor o pero régimen general, sino que habrá un régimen más o menos conveniente y adecuado para cada familia.

Cuanto se tarda en hacer separación de bienes

El plazo no es una traba para poder  otorgar capitulaciones matrimoniales para, como se suele decir coloquialmente, «hacer separación de bienes» o «bienes gananciales», pues si se tiene la documentación y las cosas claras, se puede firmar en la misma semana o incluso en pocos días. Depende de la disponibilidad de la Notaria y la posibilidad de conciliar con los horarios de ambos esposos, pues ambos deben de firmar las capitulaciones matrimoniales.

¿Qué pasos debo dar para llevar a cabo una separación de bienes?

  • El primer paso es asesorarse y tener una decisión consciente y no precipitada, será muy conveniente consultar un abogado especializado y no está de más saber que tiene también la posibilidad de preguntar en la propia Notaria cualquier duda respecto de las consecuencias jurídicas del cambio de régimen matrimonial proyectado.
  • Contactar con la Notaria para pedir cita y aportar la documentación preceptiva.
  • Firmar la escritura ante notario.
  • Inscribirla en el Registro Civil.

Es importante tener en cuenta que las capitulaciones matrimoniales tendrán efecto entre los cónyuges desde el momento del otorgamiento de la escritura, pero no surtirá efecto respecto de terceros hasta que no sea oportunamente anotada en el Registro Civil en el que conste inscrito el matrimonio.

Pasar de bienes gananciales a separación de bienes
Cambiar régimen económico matrimonial

¿Qué es mejor gananciales o separación de bienes?

Como ya hemos indicado más arriba, no hay un régimen económico mejor o peor que otro, sino que cada uno tiene grandes diferencias que harán que sean la mejor opción para un determinado matrimonio y un determinado momento.

Cada matrimonio es diferente y cada momento de un mismo matrimonio puede tener necesidades especiales, de manera que es recomendable conocer lo mejor posible la diferencia entre bienes gananciales y separación de bienes (y en su caso otros alternativos) para poder adaptarlo a las necesidades de cada familia y de cada momento de cada familia.

Desde nuestro despacho tratamos de concienciar a las familias de que el asesoramiento es muy valioso. Hemos llegado a participar en la Feria de 1.001 Bobas de IFEMA y muchas parejas que proyectan casarse, perciben el tema de su régimen económico matrimonial como algo incómodo y cuyo conocimiento y análisis puede generar desconfianza y malestar de pareja.
Se repiten frases similares a:

«Nosotros nos casamos en bienes gananciales, nuestro matrimonio es para siempre». 

¿Separación de bienes? ¿Es que no confías en mí?

No hay que tener miedo al asesoramiento, sino a tomar decisiones mal asesorado pues puede provocar errores, perdidas y conflictos.

Abogados de familia para asesorar a las familias que lo necesitan y ayudar a potenciar el asesoramiento preventivo y que potenciando el entendimiento de los derechos y obligaciones legales se alcancen entendimiento positivos para las familias.

Buen divorcio para un mal matrimonio

Un buen divorcio es importantísimo para superar un mal matrimonio.

 

 

Cada vez son más las familias que deciden poner fin a un matrimonio que han dejado de querer mantener.

Sin más, un buen divorcio a tiempo para un mal matrimonio que es aguantado y soportado de manera insatisfactoria.

Ha cambiado mucho la mentalidad matrimonial a lo largo de los años, pudiendo destacar:

  • La media de edad ha subido en la última década 5 años.
  • El número de divorcios aumenta hasta superar el 60% en proporción al número de matrimonios.
  • El número de divorcios amistosos están aumentando en los últimos años hasta superar el 80% del total.

Por ello como respuesta a un mal matrimonio se está ofreciendo un buen divorcio, si tabús, de mutuo acuerdo y sin prejuicios de edad o sexo.

A continuación intentaremos transmitir qué es para nosotros un mal matrimonio y cómo podría o debería de resolverse mediante un buen divorcio amistoso, justo y respetuoso.

¿Qué es un mal matrimonio?

Mal matrimonio es aquel que no se quiere mantener sino que se soporta de manera insatisfactoria.

Los malos matrimonios son aquellos que se toleran pero no se quieren.

No es que existan buenos o malos matrimonios, pues todos los matrimonios son fruto de la voluntad concurrente de ambos novios en el momento que deciden contraer matrimonio, pero hay una gran parte que evolucionan de una manera diferente a la que satisface o colma o los cónyuges y es a eso a lo que nos referimos con un mal matrimonio, un matrimonio con desavenencias insalvables.

¿Qué hacer con un mal matrimonio?

El matrimonio y la familia debe de ser algo bueno.

Cuando por desgracia ha dejado de ser nuestro apoyo y ha pasado a ser nuestra debilidad, algo estamos haciendo mal. En ese momento deberemos de ser realistas y pensar desde el punto de vista de ambos cónyuges si ambos son felices y la relación tiene futuro.

En ocasiones el matrimonio es viable y tiene futuro pero cuenta con dificultades derivadas de las circunstancias familiares: Situación personal, relación emocional, personalidad, condicionamiento internos y externos… etc.

Pueden existir dificultades en un mal matrimonio, pero ese no es el problema, pues en toda relación existen complicaciones, lo importante es tener la madurez suficiente como para darse cuenta de si se pueden y quieren superar o si se prefiere terminar la relación.

La relación es de dos y por tanto ambos tienen que seguir queriendo la relación, no es cuestión de que cambie el otro y nosotros quedemos esperando como meros espectadores.

La relación es de dos y por tanto en ambos recae la responsabilidad de mantener un matrimonio saludable y querido o un matrimonio que se torna tóxico e insano y que ambos padecen como si fuera algo que no depende de si mismos.

A un mal matrimonio que no se pude salvar y mantener, la mejor opción es el divorcio amistoso de mutuo acuerdo. Nuestros abogados, son expertos en dichos procesos y las consultas son gratuitas, puede preguntarnos sin ningún tipo de reparo.

¿Cómo conseguir un buen divorcio?

Para conseguir un buen divorcio lo primero es saber divorciarse a tiempo de que la relación sentimental se degrade tanto que haga que la ruptura se torne traumática con enfrentamientos fruto de haber llegado al límite.

Cuando un matrimonio va mal, la primera opción no es el divorcio, sino que la primera opción sería intentar reavivar ese matrimonio, pero para el caso de que no sea posible, divorciarse de mutuo acuerdo lo antes posible.

Existen dos cuestiones que inciden en el momento del divorcio y que en cada caso habrá que tener en cuenta de manera diferente:

  • En el momento de la ruptura los sentimientos encontrados están aún latentes y en ocasiones no es posible llegar a un acuerdo «en caliente» pues puede que alguno de los cónyuges no haya aceptado la separación.
  • En el momento de la ruptura es el mejor momento para dejar todo resuelto, pues en ocasiones con el paso del tiempo la relación pierde perspectiva y lo que en el momento de la ruptura estaba claro, puede convertirse con el paso del tiempo en puntos de vista distintos y más difícil de compatibilizar.
  • Además, con el paso del tiempo los cónyuges tienden a rehacer sus respectivas vidas y en ocasiones las nuevas influencias e injerencias pueden dificultar el buen divorcio amistoso.

Por todo ello, a la pregunta de: ¿Cómo conseguir un buen divorcio?

La respuesta sería con mediación.

Con tendencia al entendimiento favoreciendo el no deterioro de la relación y el entendimiento claro, sincero y respetuoso.

En muchos procesos de divorcio la gran dificultad es que los cónyuges acepten la propuesta de divorcio del otro superando prejuicios emocionales y malentendidos.

El momento del divorcio es muy delicado y por ello deberemos de hacer un especial esfuerzo por ponernos en el lugar de nuestro cónyuge sin presionar pero tampoco sin relajar tanto la relación que se pierda el contacto y la voluntad de firmar un divorcio de mutuo acuerdo amistoso.

Buen divorcio

¿Al mal tiempo buena cara?

No.

Al mal matrimonio sin solución, el buen divorcio.

Es mejor un buen divorcio que un mal matrimonio.

Dejarse influenciar por terceras personas

Dejarse influenciar por terceras personas en el matrimonio

Dejarse influenciar por terceras personas en el matrimonio:

El matrimonio debe de contraerse de un modo libre e incondicionado, sin ningún tipo de coacción o influencia, de modo que la decisión de separarse o divorciarse, debería ser exactamente igual, a pesar de lo cual, en la vida, existen múltiples circunstancias que nos hacen tomar decisiones que no son totalmente propias, sino en muchos casos provocadas por terceras personas.

Influencia de terceras personas

En lo que respecta a los matrimonios, son muchos los casos en los que el divorcio o la separación es provocada por la llegada de una tercera persona que entabla una relación de amistad o sentimental con uno de ellos, con o sin infidelidad, provocando la ruptura; o incluso personas, que tienen un gran poder de influencia directo (hermanos, padres, amigos, compañeros de trabajo… etc) y lo ejercen, o incluso personas que sin estar dentro del círculo directo de la persona, hacen intencionadamente, o no, presión en una determinada relación que se deteriora.

Terceras personas en el matrimonio:

La influencia de terceras personas suelen condicionar y comprometer el mantenimiento de matrimonios pues pasa de ser un matrimonio de dos personas ordinario a otro en el que pueden tener intervención, voz y voto más personas. Esto supone una gran distorsión relacional. Los principales son los siguientes:

  • FAMILIA: Hermanos, hermanas, tíos, primos, suegros, suegras, cuñados, cuñadas… etc.
  • NUEVA RELACIÓN: Ya sea sentimental, amantes, amigos íntimos…etc.

Y todos esos agentes perjudican la relación provocando la ruptura, o si ya se había producido la ruptura, haciendo que no se pueda tramitar por los cauces del mutuo acuerdo, y se tenga que acudir al proceso contencioso, por ello, trate de concienciar a su cónyuge de que su matrimonio es de dos, y nadie más debe de opinar ni inmiscuirse, a pesar de lo cual, en la práctica, en incontrolable, si lo de sean realicen una PROPUESTA DE ACUERDO DE DIVORCIO.

Dejarse influenciar por terceras personas
Terceras personas en el matrimonio

Separarse por una tercera persona:

Comuníquese directamente con su pareja, no deje que terceras personas estropeen su relación, sea claro, directo y respetuoso, de no funcionar acuda al asesoramiento profesional que corresponda, en ningún caso a la mediación o intervención de terceras personas con interés, amistad o enemistad con cualquiera de los miembros del matrimonio.

Separarse por una tercera persona es sólo la causa o motivo y deja claro que la relación no era lo que se quería. No hay que centrarse en culpabilizar a la tercera persona pues ha sido incidental que se produzca la separación por esa tercera persona, pero podría haber sido en otro momento por otra persona.

Dejarse influenciar por terceras personas en el matrimonio.