Un hijo puede culpar del divorcio a sus progenitores pero suele ser algo pasajero que se supera con el paso del tiempo conforme el hijo va madurando.
En pleno siglo XXI el divorcio está a la orden del día con más de un 60% de divorcios ningún niño se traumatiza por el divorcio, sino por un mal divorcio.
La culpa es un sentimiento que en ocasiones es instintivo e irracional, pero con dedicación se supera pues para ello están los psicólogos y la dedicación diaria.
Un niño siempre tendrá la idea infantil de que preferible que sus padres estén juntos. Es algo lógico, pues al fin y al cabo son las dos personas más importantes de todo hijo y lo deseable desde el punto de vista de un hijo es que sus padres estén unidos y le críen juntos pues eso les ofrece una sensación de seguridad y certidumbre.
Cuando un hijo echa la culpa del divorcio a su padreo su madre en la mayoría de los casos hay una distorsión de la realidad, ya sea por la versión del otro progenitor o por una concepción egoísta o activista.
Todos tenemos derecho a divorciarnos y el hecho de que nuestro propio hijo no acepte nuestra decisión es algo antinatural.
Si su hijo le culpa del divorcio, trate de crear un entorno amable y seguro y que día a día se supere ese sentimiento de culpabilidad, si es posible, con ayuda del otro progenitor. El gran problema es cuando el origen de ese sentimiento de culpa está en la influencia de terceras personas pues se trata de una manipulación infantil.
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AYUDADMEIndice de Contenido
Comprender la Culpa del Niño –
Hay que comprender el sentimiento de culpa del niño, pues probablemente para él la situación no sea fácil.
De no favorecerse un entorno amable, cordial y seguro que permita normalizar el divorcio de sus progenitores, un niño puede acabar sintiendo que tiene culpa en el divorcio de sus padres.
Esto suele pasar cuando los padres están mal avenidos y la discusión protagonista se centra en el propio hijo.
Que un hijo presencie como sus padres se separan y después discuten infinidad de cuestiones es un clima de tensión por temas del que se siente protagonista, es evidente que le puede hacer sentir culpable.
La mayoría de traumas y culpabilidad de los hijos de padres separados y divorciados se derivan del ejercicio anómalo de los padres de su responsabilizad parental.
Comunicación Abierta y Honesta –
La comunicación de los padres divorciados con sus hijos debe de ser abierta y honesta, pues de no ser así el niño puede sentirse culpable o engañado.
Los hijos no se divorcian, no deben de meterse en los problemas de los adultos. Los hijos están para ser cuidados en un ambiente amable y seguro.
El ambiente insano de los hijos de padres separados y divorciados puede ser el germen de multitud de problemas para los hijos tanto en su infancia como traumas que se desarrollan y condicionan la edad adulta.
La comunicación debe de ser abierta y honesta adaptada a las necesidades de los hijos, no a los deseos o caprichos de los padres.
Los hijos no deben de saber los problemas de pareja, las deslealtades ni reproches entre sus progenitores, pues es un mal y triste ejemplo.
No debemos de olvidar que nosotros elegimos el padre o madre de nuestro hijo y es nuestra responsabilizad respetarlo con independencia de que la relación haya terminado.
Pasar de un amor idealizado del comienzo de la pareja a un odio a la finalización, es un desajuste que debería de tratarse en un psicólogo para que ayude a normalidad relaciones funcionales y saludables para nuestros hijos y para nosotros mismos.
Por responsabilidad, lo más importante por encima de los intereses de los padres está el bienestar de los hijos que debe de evitar que los niños tengan sentimiento de culpa con la ruptura de sus padres.
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AYUDADMECómo Manejar la Culpa y el Resentimiento –
Para manejar la culpa y el resentimiento hay que ir a terapia. Un abogado puede tener experiencia en familia y dar recomendaciones de ámbito jurídico, pero por muy prácticas y bien intencionadas que sean, hay que tratarse por un profesional de la psicología, que para eso están.
El divorcio es una de las situaciones más traumática para la vida de cualquier persona y es necesario poder tener el apoyo y refuerzo suficiente como para tener la claridad mental suficiente como para tomar buenas decisiones y adoptar la mejor actitud.
Si ambos cónyuges fueran al psicólogo y abogado mediador antes del a ruptura la inmensa mayoría de juicios de divorcio se podrían evitar.
Apoyo Emocional y Terapia –
El apoyo emocional y terapia se debería de efectuar sin necesidad de estar en pareja o casados, mucho menos en casos de divorcio. Se debería de efectuar de manera preventiva. A pesar de ello, en el momento del divorcio es mucho más necesario y recomendable pues el apoyo emocional y terapia puede ser la calve para tomar buenas decisiones que condicionen nuestro futuro y el de los que más queremos, nuestros hijos.
Estrategias para Fortalecer la Relación
La mejor estrategia para fortalecer la relación es ser amables.
La amabilidad es la mejor opción para prevenir conflictos y fortalecer las relaciones familiares, con independencia que las parejas o matrimonios estén juntas o separadas.
Muchas parejas muestran una actitud intransigente, tensa y beligerante respecto del otro progenitor y después cuando necesita el apoyo o comprensión del otro se sorprende de que no tenga el apoyo “que se merece”.
Pues bien, no hay que deteriorar las relaciones familiares, con hacer eso es más que suficiente.
Fortalecerlas son el siguiente paso y nivel. De hecho la mayoría de los divorcios se podrían haber evitado si no se hubiera tenido una actitud que auto boicotea la relación y la deteriora por la asimetría de poder y actitudes desadaptativas.