Reparto de muebles y enseres en el divorcio sin hijos

Reparto de muebles y enseres en el divorcio sin hijos:

Se denomina ajuar familiar a todos aquellos enseres que se integran la vivienda conyugal y que permiten el desarrollo de la vida familiar, como por ejemplo todo tipo de muebles, electrodomésticos y accesorios:

Menaje como cubiertos, platos y vasos; mesas, sillas, sofá, televisión, armario, cama, mesillas, espejos, lámparas, cuadros, cafetera, nevera, lavadora, toallas.. etc.

Lo que debe de distinguirse de aquellos enseres de uso personal que no llegan a formar parte del ajuar familiar por corresponderle sólo a uno de los miembros:

Ropa, ordenador personal, documentación, enseres y objetos del trabajo de cualquiera de ellos, utensilios de higiene… etc.

Cuando dos personas se casan y comienzan una vida común en muchos casos empiezan a comprar todo aquello que quieren para uno mismo pero realmente se confunden y mezclan en el matrimonio para el uso conjunto de los dos cónyuges, y cuando la relación termina no se sabe cómo inventariar, valorar y repartir todo lo que se ha comprado, pues no se ha previsto nada al respecto.

Origen y naturaleza de cada objeto:

Normalmente se ha comprado conjuntamente para los dos con independencia de a qué nombre esté puesta la factura, quien los utilice mas o de dónde salió el dinero con el que realmente se pago (muchas veces hay regalos y aportaciones de familiares y amigos lo que complica aún mas la situación), pues si el matrimonio se rige por la sociedad de gananciales indiscutiblemente será común, mientras que si existe separación de bienes los cónyuges podrán solicitar par si mismos aquellos bienes que puedan justificar haber pagado.

Los bienes con justificante de titularidad serán de dicha persona en separación de bienes, y será de ambos si se compro durante la vigencia de la sociedad de gananciales.

Reparto de enseres comunes y personales con la separación matrimonial
Ajuar

Desde fuera, llama poderosamente la atención como algunos matrimonios que han sido especialmente espléndidos mientras que la relación de pareja y amor existía, son especialmente egoístas cuando acaba la relación de pareja y amor.

Es injusta la situación que se repite de querer quedarse con bienes pero en cambio no asumir deudas.

Realmente si es común es común todo, tanto lo bueno como lo malo.

Pues bien, generalmente las partes lo ven desde su punto de vista subjetivo e interesado y hacen diferenciaciones que les benefician en el reparto.

En ese momento ambos «barren para dentro» y comienzan los conflictos y reproches.

Mi exmujer o exmarido se ha llevado todos los muebles:

Es frecuente escuchar en nuestro despacho de abogados frases como que «mi  expareja se ha llevado todos los muebles«. Da igual que se trate del exmarido o exmujer, siempre suele existir un reproche por no estar conformes con el reparto de bienes muebles entre los cónyuges considerando en algunos casos recíprocamente que el otro se ha quedado con más de lo que le corresponde.

Se llega a los reproches con frases como «lo compramos para mi», «sabes que me gusta mas a mi», «tú ni lo has usado nunca», «yo he estado pagando la luz, agua…. «, «yo pague el viaje»….. etc, y es que se tratan de comportamientos y liberalidades que en muchos casos se tienen con la persona que queremos, y que no se puede reclamar después.

Si uno de los dos ha pagado una cena, viaje, suministros, teléfono… etc, después no lo puede reclamar, y el hecho de que algo se haya comprado mas para uno o para otro son cuestiones que son irrelevantes en derecho, pues o es de titularidad y uso exclusivo de uno de los esposos, o es de los dos.

Hay que ser razonables pues no se puede contabilizar hasta el último céntimo y detalle. Usted puede sentir que su exmujer o exmarido se ha quedado con los muebles del matrimonio en la separación o el divorcio, pero si son de ambos, hay que contabilizarlo en el lote y computo total.

Sumar lo que se queda cada uno, ojalá con buena fe y hacer el ajuste económico que corresponda si los lotes no son iguales.

Cuando hay mala fe, se pueden producir malas prácticas con sustracciones de objetos como contaremos a continuación.

Sustracción y robo de objetos y enseres:

En ocasiones cuando se confirma la ruptura los cónyuges comienzas a llevarse sin consentimiento si conocimiento del otro, a escondidas, objetos comunes o incluso del otro cónyuge, ¿qué se puede hacer frente a esa actuación?.

Muy poco, pues realmente los enseres de ambos están mezclados patrimonialmente y no existe ningún tipo de acreditación de que el bien concreto esté en el inmueble, pues ha podido ser cogido por cualquiera de los esposos, lo que genera una sensación de desconfianza absoluta en la que en casi ningún caso se puede demostrar que nuestro ex o nuestra ex nos ha sustraído algún objeto.

En muchos casos se llega mas lejos sin sustraer pero si deteriorando o rompiendo lo que sabemos que quiere el otro. Por ejemplo, tirando al suelo la televisión, dañando la ropa, arañando un mueble… etc.

En muchos casos llevados por la rabia sale lo peor de las personas en el momento de la ruptura, pero verdaderamente salvo casos excepcionales lo menos importante debe de ser lo patrimonial, pues de ser así se comienza un circulo vicioso en el que ambos se reclaman enseres hasta llegar a discusiones absurdas que sufren ambos como nos ha ocurrido recientemente con una pareja que se reclamaban las pinzas de la ropa o las bombillas.

Depreciación de los muebles del divorcio:

¿Qué hacemos en el divorcio con todo lo que hemos comprado durante el matrimonio?
Reparto de enseres

De no saber gestionar el patrimonio en el divorcio debemos de ser conscientes de que los muebles del divorcio va a sufrir una depreciación.

Hay que usar el sentido común, dejar claro lo que sí queremos y tener predisposición a facilitar que la otra parte se lleve lo demás, y así negociar cada uno de los enseres con la actitud adecuada que facilite que el acuerdo sea posible.

Lo importante debería de ser lo personal, y después lo material, pero por desgracia existen actitudes de nuestra ex pareja que si no son razonables hacen muy complicada la situación, y por ello suele existir sólo la disyuntiva de pelear por lo material en muchos casos de una manera horrible, o permitir que nuestra ex marido o mujer se lleve mas de lo que le debería corresponder.

Debemos de plantearnos si para nuestra vida posterior al divorcio realmente necesitamos tantos enseres y además si queremos tener aquellos que compramos con nuestro ex y que están cargados de recuerdos.

En la medida de lo posible hay que quererse mas a uno mismo y no rebajarse a discutir por cuestiones menores, da igual quien se lleve la televisión, la plancha y el cubo de basura.

Lo importante es terminar con la situación de la manera mas sana, respetuosa y cordial posible; si no es posible por la actitud de la otra parte, plantearnos si merece la pena. No hay que permitir la depreciación de nuestro dinero, patrimonio y muebles que tanto esfuerzo han costado conseguir a lo largo del matrimonio.

Dinero de cuentas bancarias:

El dinero en cuentas comunes suele dar muchísimos problemas, y recomendamos a todos los usuarios que saquen del mismo su mitad, el 50 %, pero que en ningún caso pretendan sacar mas de lo que les corresponde ni permitan que lo haga la otra parte si se considera que es capaz de hacerlo, la mejor opción es sacar la mitad, repartir los enseres importantes y ceder en todo lo demás.

Discutir por enseres

¿Qué pasa si uno de los elementos comunes es querido por ambos esposos?, lo mejor es sortearlo o repartirlo en lotes la manera mas justa posible.

No entrar en conflicto ni discusión.

Evidentemente la «justicia» en el reparto es algo subjetivo pues en muchos casos cada uno de los esposos tiene una versión subjetiva de lo que es «tuyo» y «mio» y es por eso por lo que es tan difícil ser capaces de repartir el ajuar, y en muchos casos esa situación ha influido en gran medida de la ruptura, lo que debe de hacernos recapacitar para no caer en los mismos roles y errores en adelante.

Lo mejor en matrimonios sin hijos es repartir los bienes de manera amistosa y de ser posible firmar la separación o divorcio ante Notario de la manera mas rápida y cómoda pues la disputa de bienes no suele merecer la pena, ante la duda ceder, al fina y al cabo es una persona a la que hemos querido y no debería de importarnos que se llevara algo mas de lo que consideramos, pues debemos entender que seguramente ambos piensen en las mismas circunstancias que el otro se ha quedado con mas de la mitad, con mas de lo que le correspondía.

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