Me pueden quitar a mi hijo por depresión

No pueden quitarle a sus hijos por padecer una depresión, salvo que se pueda acreditar que es impeditiva para ejercer el cuidado de los hijos o peligrosa para estos.

Las enfermedades de salud mental y depresiones cada vez son más visibles en la sociedad y por ello muchas familias tienen uno o incluso varios miembros atravesando una depresión.

Habrá que analizar caso por caso, pero en la gran mayoría de los casos, salvo que sea especialmente grave o perjudicial para los niños, no será ningún motivo para quitar a los hijos.

Cuestión diferente es que para la atribución de la custodia de los hijos por tener alguno depresión se considere que el otro está en mejor disposición de ofrecer un proyecto beneficio para los menores. Como norma general, el ordenamiento jurídico favorece la máxima relación entre los hijos y los progenitores en procesos de familia.

Me pueden quitar a mi hijo por depresión

El problema es tener una depresión y no seguir el tratamiento que corresponda. Eso sí que puede ser un problema. Pero en el 50% de las separaciones alguno de los miembros de la pareja tiene depresión y ello no supone ningún impedimento ni motivo de preocupación de que vayan a quitarle los hijos.

Los progenitores deben de ofrecer la mejor versión de sí mismos en su separación para ofrecer el mejor proyecto sentimental posible.

Existen estudios que revelan que en muchos casos se detecta que el divorcio ha provocado la depresión de los esposos, pero en ocasiones es al revés en muchos casos, por la depresión se entro en un ritmo de vida que acabo condicionando el divorcio.

La incomprensión de la depresión puede aumentar el agobio y la ansiedad. Si la gravedad aumenta hasta el punto de que sintamos que podemos perder a nuestros hijos, la depresión puede descontrolarse por sentir una gran angustia. Consulte a un abogado de su confianza y cuéntele la realidad e su caso con toda la franqueza para que pueda contestarle y confirmarme la regulación concreta aplicable a su caso de separación o divorcio.

Pero a pesar de ello, reiteramos, para su tranquilidad, la depresión en si misma como concepto general no es un motivo para quitar custodias, salvo que sea muy grave o lesiva para los niños. Es por ello que los hijos necesitan a sus progenitores, padres y madres, y la depresión se puede superar con apoyo, ayuda y voluntad.

Antes de divorciarse lee esto y no sientas mas presión de la que ya existe en toda ruptura. Todo padre y madre tiene derecho y obligación de cuidar y acompañar en la crianza y educación de los hijos, les damos mucho ánimo para fortalecerse y superar poco o poco la depresión que puedan estar atravesando, pues no es fácil, pero teniendo niños merece mucho la pena.

Decisiones religiosas de la educación hijos de padres separados

Desde el momento en el que una familia con hijos se separa existirá una regulación que determine la patria potestad, que suponga que uno o ambos progenitores puedan tomar las decisiones esenciales de la vida de los hijos, entre las que están las decisiones religiosas.

Es la recurrente situación en la que uno de los progenitores tiene una determinada ideología o religiosidad desean diferentes cuestiones en relación al hijo común.

¿Cómo se resuelve esa situación?

En las familias separadas en las que cada 1 de los progenitores tiene una diferente percepción de la religiosidad podemos encontrarnos con el gran problema de que 1 quiere inculcar una serie de valores religiosos y el otro no

Se repite en gran número de casos en el momento en el que los niños tienen que hacer la comunión y 1 de los progenitores tiene se católica y quiere que el hijo común puede hacer la comunión pero el otro prefiere que no lo haga por sus propias convicciones.

en estos casos en defecto de acuerdo debe de resolver el juzgado en un procedimiento de jurisdicción voluntaria determinado en el artículo 156 del Código Civil en el que un juez determinará si un niño tiene que hacer la comunión o no

Como ustedes entenderán al juez les indiferente que un determinado niño tenga hecha la comunión o no

el juez no decidirá en función de su propia religiosidad sino por el contexto familiar y social.

no es mejor Que un determinado niño haga o deje de hacer la comunión sino que hay que buscar la solución más pacífica y beneficiosa para el niño en relación a sus circunstancias personales o familiares habida cuenta de que no tiene la madurez ni edad suficiente para tomar una decisión de este tipo por sí mismo.

Educación religiosa en España

el problema es que algunos padres pretenden imponer esta cuestión religiosa conforme sus propios valores y creencias sin tener en cuenta que el hijo es de 2 y por tanto todas las decisiones esenciales para su desarrollo y vida deben decidirse y tomarse conforme la patria potestad que al ser en la mayoría de los casos conjunta, supondrá que para empadronamiento escolarización es cuestiones médicas y también aspectos religiosos como pueden ser la religión.

Tanto en familias separadas como casadas, debe de prevalecer el sentido común.