Divorcio y depresión post parto testimonio

El divorcio y la depresión post parto:

Sólo quien pasa por una depresión post parto sabe lo que puede suponer.

Si no se sabe gestionar las consecuencias emocionales y psicológicas que pueden derivarse de perder a un hijo o hija, puede perjudicar al matrimonio.

Ni aún el matrimonio más fuerte  puede afirmar que una depresión post parto no sea un duro bache a superar.

En ocasiones se puede superar con naturalidad las consecuencias de una depresión post parto, pero de no ser posible, conviene acudir a psicólogos profesionales y a ser posibles expertos en estos procesos de pérdida familiar.

La terapia de pareja puede ser una gran ayuda, pero la persona que debe de esforzarse por superarlo deben de ser ambos miembros del matrimonio como conjunto y también de manera individual.

De lo contrario la depresión post parto  puede hacer que el matrimonio acabe en separación o en divorcio. De ser así, hay que procurar que sea de mutuo acuerdo.

A continuación indicaremos un testimonio familiar de hace años que de manera anónima nos han solicitado que expongamos para tratar de ayudar a personas que puedan atravesar por la misma situación para así intentar aprender de la experiencia de los demás.

Testimonio de divorcio y depresión post parto:

Hola, me llamo J.M. y quiero contaros como un cambio en mi matrimonio supuso mi divorcio.

Ya he leído en esta página web que lo principal para la pareja es afrontar que existe un problema y tratar de solucionarlo y eso es precisamente lo más difícil pues en mi caso no fue sencillo.

Me casé con C. en 2004 y aunque no pensábamos tener hijos, en 2009 se quedó embarazada y tuvimos a N.

Desde que volvimos del hospital con la niña, C. se encontraba muy alterada, se enfadaba por cualquier cosa, y no hacía mucho caso al bebé, cosa que a mi también me enfadaba y discutíamos continuamente.

Ella se iba a la cama y lloraba desconsoladamente y a la vez lloraba la niña, y era yo quien se ocupaba de la niña, porque ella empezó a quedarse en la cama sin querer salir, así que como yo trabajaba tuve que contratar a una chica para que cuidara a la niña.

En ningún momento por aquél entonces me planteé como solución la de acudir a un médico para solucionar el problema de C., sino que atendí a solucionar mi propio problema, que era quién cuidaba a la niña mientras yo trabajaba.

La inicial (y desconocida para nosotros) depresión postparto de C. derivó en un trastorno psicótico del que hoy en día todavía no está recuperada.

Salía de la cama sólo para echar de casa a la cuidadora de la niña acusándola de acostarse conmigo, y quitarle a la niña llevándosela a su habitación, en la que se encerraba con ella, a mí no quería ni verme, tuvo tres intentos de suicidio.

Hundirse después de tener un niño es posible pero no es algo insalvable
Depresión post parto

Separación del matrimonio:

Estamos separados y yo tengo la custodia de N., pero hay un régimen de visitas con la madre porque el psiquiatra, al que finalmente (demasiado tarde) acudimos, aconsejó que era bueno para la niña, y para la recuperación de la madre, el contacto de una con la otra.

Yo nunca había entendido lo dura que podía ser una depresión y ni sabía que era una depresión post parto.

Al principio pensaba que mi ex mujer necesitaba tiempo y espacio para adaptarse pero en parte me diento culpable por no haber sabido tratarlo a tiempo.

El problema fue que me pareció algo normal y le dí cierta normalidad pensando que era algo pasajero sin importancia.

Con el tiempo recibí muchas pautas que debería de haber intentado hacer en su momento, la principal sentarme con ella y esforzarme por entenderla aunque me costara, ya que mi reacción provocó más tensión y conflicto.

Este es mi testimonio, y os lo digo para que tengáis en cuenta que no hay que cerrar los ojos ante los problemas, sino tratar de solucionarlos a tiempo.

La depresión post parto acabó con el divorcio de mi matrimonio y nos ha creado un desgaste y sufrimiento brutal que no deseo que le pase a nadie mas. A mi se me fue de las manos y es lo que me pesa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *