Decisiones religiosas de la educación hijos de padres separados

Desde el momento en el que una familia con hijos se separa existirá una regulación que determine la patria potestad, que suponga que uno o ambos progenitores puedan tomar las decisiones esenciales de la vida de los hijos, entre las que están las decisiones religiosas.

Es la recurrente situación en la que uno de los progenitores tiene una determinada ideología o religiosidad desean diferentes cuestiones en relación al hijo común.

¿Cómo se resuelve esa situación?

En las familias separadas en las que cada 1 de los progenitores tiene una diferente percepción de la religiosidad podemos encontrarnos con el gran problema de que 1 quiere inculcar una serie de valores religiosos y el otro no

Se repite en gran número de casos en el momento en el que los niños tienen que hacer la comunión y 1 de los progenitores tiene se católica y quiere que el hijo común puede hacer la comunión pero el otro prefiere que no lo haga por sus propias convicciones.

en estos casos en defecto de acuerdo debe de resolver el juzgado en un procedimiento de jurisdicción voluntaria determinado en el artículo 156 del Código Civil en el que un juez determinará si un niño tiene que hacer la comunión o no

Como ustedes entenderán al juez les indiferente que un determinado niño tenga hecha la comunión o no

el juez no decidirá en función de su propia religiosidad sino por el contexto familiar y social.

no es mejor Que un determinado niño haga o deje de hacer la comunión sino que hay que buscar la solución más pacífica y beneficiosa para el niño en relación a sus circunstancias personales o familiares habida cuenta de que no tiene la madurez ni edad suficiente para tomar una decisión de este tipo por sí mismo.

Educación religiosa en España

el problema es que algunos padres pretenden imponer esta cuestión religiosa conforme sus propios valores y creencias sin tener en cuenta que el hijo es de 2 y por tanto todas las decisiones esenciales para su desarrollo y vida deben decidirse y tomarse conforme la patria potestad que al ser en la mayoría de los casos conjunta, supondrá que para empadronamiento escolarización es cuestiones médicas y también aspectos religiosos como pueden ser la religión.

Tanto en familias separadas como casadas, debe de prevalecer el sentido común.

Educación religiosa en la infancia del hogar

La educación religiosa se va construyendo desde la infancia en el día a día de cada hogar. Cuando ambos progenitores tienen las mismas creencias es algo pacífico, pero cuando cada uno de los progenitores o incluso familiares tienen distintas ideologia o creencias religiosas, pueden nacer discrepancias en la educación y crianza de los niños.

Esto puede ser un gran problema y es por ello que para empezar, lo responsable sería que cuando dos personas deciden tener un hijo también decida qué tipo de educación religiosa o laica se va a ofrecer desde el hogar familiar. No es lo mismo la familia que el hogar, pues el concepto de hogar proviene de hoguera, término extraído de nuestros antepasados cuando las personas que convivían tenían que mantener la llama del fuego encendida pues era necesaria para la vida. Hogar, termino derivado de la palabra hoguera.

Por ello, la educación religiosa de cada hogar puede ser diferente, pero dentro un mismo hogar debería de estar clara para evitar una duplicidad de valores y principios de los que un niño se nutra en su infancia. Es perfectamente compatible ye incluso enriquecedor que en un hogar existan múltiples creencias religiosas o ideológicas si son respetuosas. El problema se produce cuando existen separaciones y cada uno de los cónyuges trata de inculcar sus valores y principios religiosos al hijos común, lo que en última instancia será resuelto por un Juzgado y cuya valoración puede ser muy complicada.

Por ello debemos de aplicar el sentido común para que el hogar permita que la infancia de un niño sea lo menos condicionada posible por cuestiones religiosas, permitiendo que conozcan la ideología, pero sin pretender influenciar o condicionarlos.

Religión y educación en la infancia

No hay mejores o peores religiones o creencias, sino que lo importante es que se permita a los niños que su infancia se pueda desarrollar conforme a la consolidación de sus propios valores con la valiosa experiencia de los valores ideológico y religiosos de sus familiares, pero dentro de un respeto a su libertad que debe de ir formándose desde la infancia hasta su edad adulta.